Desempleo sin prestación, bajos salarios e incumplimiento de la Ley de Dependencia, principales causas de la exclusión social.

La pobreza o el riesgo de padecerla que afecta a cerca de la mitad de la población canaria, no es coyuntural sino que está vinculada a un modelo económico injusto de desigual e injusto reparto de la riqueza y que se materializa en el altísimo porcentaje de desempleo sin derecho a subsidio y a los  bajos salarios, indicadores estos que continúan siendo los referente más destacado del modelo laboral canario. Resulta significativo que en los últimos años la pobreza severa en el País Canario se haya duplicado para alcanzar niveles que superan la de cualquier comunidad española o europea, alcanzando una renta de 2400 euros menos por habitante en comparación a la media del Estado. Los teóricos puestos de trabajo creados en los último meses y que son motivo de  vanagloria del gobierno, tampoco inciden en mejorar esta situación al estar constituidos por contratos temporales precarios de baja duración y, económicamente muy mal compensados...

[Fuente de la información: WEB Nacional de Salud de IC]

Parafraseando el presidente Clavijo y aunque es cierto que “con ayudas no desaparece la pobreza”, es esa precisamente la formula con la que su Gobierno ha venido parcheando un problema que ha ido a más sin que se hayan tomado decisiones que atajen el problema de raíz. Al contrario, nada se ha hecho para promover la dignificación salarial del conjunto de trabajadores canarios, entre las que se encuentran el establecimiento de medidas legales que disuadan a los empresarios para que mejoren los sueldos de sus empleados o compensando la brecha salarial existente en Canarias con desgravaciones fiscales en favor de los afectados.

Además, la precariedad salarial deriva luego en inferiores pensiones, lo que conlleva un efecto multiplicador en esta política antisocial y generadora de desigualdad, complementándose estos estragos con la caótica ayuda a la Dependencia que se practica por el gobierno canario. En este apartado Canarias también ocupa la cola en cumplimiento de la ley.

Ciertamente, no es publicitando los bajos salarios en el exterior como atractivo inversor empresarial como se combate la pobreza. Este reprobable anacronismo, repetido por el presidente del Gobierno, le niega cualquier credibilidad para ser la solución del problema a la pobreza existente en CanariasComo conclusión, el gobierno español con su retrógrada legislación laboral e inversora, y el ejecutivo canario con la aplicación de su política antisocial plegada a los intereses de los que más tienen, continúan conformando  una destructiva fábrica de creación de pobreza y exclusión social.