Los derechos laborales, con estos presupuestos se mantendrán un año más estancados. 

Los tan celebrados por el ejecutivo del Sr. Clavijo, (con la políticamente calculada moderación del Sr. Baltar) Presupuestos Generales para la Comunidad Autónoma para el año 2018, colocan a la Sanidad Pública Canaria en una situación más negativa que la del año 2009, eso sí, teniendo que hacer frente a una población más enferma y a unos servicios de salud más deteriorados por los sucesivos años de recortes. Habrá que recordar que no se viene a compensar en absoluto el recorte de cerca de 500 millones de € anuales que se ha venido aplicando a este sector en los últimos años y, siquiera, se equipara al gasto real del ejercicio 2017, donde se precisó de partidas de crédito extraordinario...[Fuente de la información: WEB Nacional de Salud de IC]

Por otro lado, el destino de las economías se centra en la Lista de Espera, pivotando sobre el eje, no de la mayor dotación de personal, sino de los denominados partes de tarde o peonadas. No están contempladas en estos momentos, dentro de la progresiva recuperación de derechos sociales, inversiones en Atención Primaria para la lucha contra el desarrollo y control de patologías, con alta incidencia en Canarias, que tienen que ver con la educación sanitaria, la alimentación saludable y la lucha contra la pobreza, tales como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Tampoco en el desarrollo de planes de Salud mental, Plan de Urgencias o Plan de Salud de Canarias o finalización y dotación de las infraestructuras y centros que se encuentran pendientes desde hace décadas. Resulta llamativo además que el reparto del presupuesto por gerencias, en los diferentes capítulos, no cumpla con el principio de equidad, ni se haga en base al estudio pormenorizado de las necesidades, sino de una manera arbitraria, cronificando así las carencias de algunos centros que están al borde del colapso, como por ejemplo el Hospital Universitario de Canarias o las islas no capitalinas, cuando por otro lado, se mantienen elevadas asignaciones a la privada-concertada, situación ésta que ha sido denunciada en la vía judicial por Intersindical Canaria.

En otro orden de cosas, los derechos laborales, con estos presupuestos se mantendrán un año más estancados. Los trabajadores de la Sanidad Pública Canaria, además de tener ratios de personal muy por debajo de la media del estado español en relación con la población asistida, con la consecuente sobrecarga, se les obliga a trabajar por encima de la jornada laboral legalmente establecida, perpetuando e imponiendo un año más, unas condiciones laborales y sociales diseñadas para un teórico escenario de crisis económica, cuando a bombo y platillo anuncian desde los Gobiernos Canarios y Español que “la crisis ha terminado”

Desde la Federación de Salud de Intersindical Canaria, exigimos un estudio serio acerca de las necesidades reales de la población canaria, más de 2 millones de habitantes de población de hecho, a lo que hay que sumar unos 15 millones de turistas, en un territorio fragmentado y con una problemática social y económica que agrava el factor salud y que se presupueste en función de ello, en función del gasto real. Insistimos en la recuperación de la deuda histórica, que asciende a más de un ejercicio presupuestario, como única forma de poner los contadores a “cero” junto al cese de la discriminación en inversión por habitante que sufrimos los canarios. Y como no, reivindicamos y anunciamos las medidas de presión que sean precisas para lograr la recuperación de los derechos laborales que, año tras año, bajo la coartada de una supuesta crisis, nos fueron hurtados.

Federación Nacional de Salud de Intersindical Canaria.